jueves, 30 de agosto de 2012
Plantas silvestres comestibles y medicinales
Las plantas silvestres son aquellas que crecen de forma natural y espontánea en la naturaleza, y que no fueron tomadas para su cultivo por el hombre. Comprende la denominada “flora autóctona” de una región. Son las que crecen naturalmente en los alrededores de las ciudades, en las plazas o parques abandonados. Estas plantas silvestres, a diferencia de las cultivadas, poseen un pool génico amplio, que no ha perdido su fuerza por la manipulación de los cultivadores.
Las plantas silvestres poseen una mejor capacidad para adaptarse al medio, y una mayor vitalidad y calidad biológica que las de cultivo, justamente porque no han sido modificadas por el hombre para su aprovechamiento. En general, todas las plantas comestibles, medicinales o cultivadas tienen su “equivalente” silvestre, a menos que este se haya extinguido por la destrucción de su hábitat. Las plantas silvestres se utilizan para buscar posibles medicamentos, y el medio de llegar a las más salvajes o desconocidas suele ser a través de los relatos de los pueblos nativos, los curanderos, jefes de tribus, etc.
Muchas plantas silvestres son comercializadas por su belleza exótica, y las más de ellas son comercializadas ilegalmente, puesto que en varios países se han dado cuenta del potencial que poseen y no se permite su extracción. En general en las comunidades pequeñas o cercanas a zonas se recolectan los frutos de las plantas silvestres para producir mermeladas y otras jaleas, y la lista que se puede hacer de plantas silvestres comestibles es enorme, aunque muchas de ellas sean actualmente consideradas malas hierbas, pero la realidad indica que antes del cultivo moderno, fueron a su vez cultivadas para la alimentación de las poblaciones pequeñas. Recordemos que en un principio la sociedad fue cazadora y recolectora: los recolectores no contaban con grandes campos de maíz o trigo, sino que buscaban entre arbustos, hierbas, árboles, los frutos de mejor calidad, comestibles.Pero recordemos que la naturaleza de todo ser vivo es la de defenderse de su depredación, y por esto hay que saber reconocer que las plantas pueden formar poderosos venenos, además de armas físicas como espinas, aguijones, etc. Siempre, ante la duda de si una especie silvestre es comestible o no, hay que abstenerse, o a lo sumo ver qué hacen los animales de la zona: si un animal de pequeño tamaño puede comer el fruto en cuestión, probablemente un hombre adulto sin problemas de salud pueda hacerlo.
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